Para el Año Nuevo podríamos leer aquello del libro del Eclesiastés "Mejor es no hacer promesas que hacerlas y después no cumplirlas" (Eclesiastés, 5,4). El cantautor católico Martin Valverde dice que "el tiempo es implacable, pero al final, descubres que es solo un gran
aliado en el recordatorio de nuestro breve paso por esta hermosa vida.". Como dice su canción Paradoja ¡Qué bueno! Que al final... nada salió como esperabas, Que no todo pasó como soñabas...
Y contemplar al TIEMPO rendirse frente a la ETERNIDAD nos recuerda el
valor de decidir vivir. Todos los hombres se mueren, no todos deciden
vivir. ¡Vive! que a final esto se pasa muy rápido".
Como cada año desde hace 40, la Comunidad de Taizé celebra
su encuentro ecuménico europeo. Más de 20.000 jóvenes católicos,
protestantes y ortodoxos conviven juntos desde este 28 hasta el 1 de enero en la ciudad suiza de Basilea
1. Ahondar en las fuentes de la alegría
El responsable de la comunidad de Taizé pide vivir la alegría “no como un sentimiento superficial, ni como una felicidad individualista que conduciría a un aislamiento, sino como la serena certeza de que la vida tiene sentido”.
Explica que “la alegría del Evangelio nace con la confianza de sabernos
amados por Dios. Lejos de ser una exaltación que huye de los desafíos de
nuestro tiempo, nos hace más sensibles a los sufrimientos de otros”. 2. Escuchar el grito de los más vulnerables
En este punto, Alois invita a una amistad que no es “humillante” para el
que acepta ayuda sino que “toca corazones: tanto de los que están
necesitados como de los que muestran una solidaridad”.
Por ello, pide “escuchar el grito de alguien que ha sido herido, mirarle a los ojos, escuchar o tocar a los que sufren,
un aciano, un enfermo, un preso, un sin techo, un migrante… Entonces,
el encuentro personal hace que descubramos la dignidad del otro y nos
hace capaces también de recibir, pues incluso el más destituido tiene
algo que ofrecer”.
3. Compartir pruebas y alegrías
En este punto, el prior de Taizé afirma que en los lugares y ambientes
en los que la gente “está bien alimentada, bien educada, bien cuidada,
la alegría está a veces ausente, como si algunos estuvieran cansados,
desanimados por la banalidad de su existencia”. Para salir de esta
dinámica, hay que salir al encuentro de una “persona destituida” pues en él puede saltar una “alegría verdadera”, aunque sea únicamente “una chispa”.
4. Entre cristianos, alegrarnos de los dones de los otros
En este encuentro marcadamente ecuménico se trabaja por esta unidad de
los cristianos. “Muchos aspiran a que los cristianos se unan, para que
no sigan oscureciendo con sus divisiones el mensaje de fraternidad
universal del que Cristo es portador. ¿Podría nuestra unidad fraterna ser como un signo, una anticipación, de la unidad y de la paz entre humanos?”.
El Papa Francisco ha afirmado en la Misa de Navidad que el nacimiento de Jesús es el “acontecimiento que cambia para siempre nuestra historia”. Y comparó la situación de la Sagrada Familia de Nazaret –que se vio
obligada a huir y a dejar sus pocas pertenencias– con la de miles de
personas que en nuestros días buscan refugio al escapar de los
diferentes conflictos que hay en el mundo.El Papaha invocado a lapaz y la seguridad en un mundo "azotado por vientos de guerra" y con un modelo de desarrollo "caduco", al tiempo que ha recordado especialmente a todos los niños cuya infancia fue robada, "obligados a trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados mercenarios sin escrúpulos"
Adviento (Adventus) significa llegada, venida. Depués de la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo comienza el Adviento. Es el tiempo de
preparación de la Navidad. Con él se inicia el llamado Año Litúrgico o
Año Cristiano. Forma una unidad dinámica con la Navidad y la Epifanía,
celebrando así la manifestación del Señor en nuestra historia.
A continuación se presenta de un modo diferente el significado de este
tiempo del Adviento para los cristianos.
“Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros” (Jn 1,14) En el emocionanteVideo anterior se expresa maravillosamente lo que significa la Navidad. Jesús introduce el amor y el Reino de Dios en la historia humana. "Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la Verdad" (Jn 18,33). Es navidad cada vez que das el amor de Dios a través de ti. Sí, es navidad cada vez que sonríes a tu hermano y le ofreces una mano. (Madre Teresa)
Acróstico de Adviento
ALERTA. Vivid
atentos, “vigilantes” al impulso del Espíritu, y ser su rostro, su voz, sus
manos. Velad: hay que descubrir el evangelio como la historia presente de su
salvación. Nos preocupa el futuro pero las nubes en el horizonte se despejan en
el presente. Preparad el camino. El Señor vendrá del Evangelio hay que
entenderlo como el Señor viene, como un encuentro diario en el amor y la
verdad. Despiertos y vigilantes para ver una luz más clara, la paz más profunda
y la alegría más verdadera.
DIOS VIENE Y ESTÁ. Donde tú estés, él estará; donde tu vaya, el
irá. Dios siempre está en nuestra vida aunque sea desatendido. Cuentan que una
vez Dios quería irse de vacaciones y pidió consejo a sus ángeles. El primero le
dijo que se fuera a la cima del Everest porque allí no lo encontrarían. Otro
ángel le dijo que se fuera a las profundidades del océano donde pasaría
desapercibido. El tercer ángel le dijo que se fuera al interior del corazón de
los hombres porque allí muchas veces las personas no lo buscan. El Adviento
puede ayudarnos a buscar a Dios en nuestro interior.
VENIDA. Preparar
el nacimiento de Dios, no como recuerdo histórico, sino hacerlo nacer en
nuestro corazón, contar con él en nuestra vida. Qué importancia tendría que
Jesús hubiese nacido en Belén, si no nace dentro de mí, la fe sería recuerdos
históricos y nada más, y es contar con Dios que quiere acompañarme siempre en
mi vida.
ILUSIÓN, ALEGRÍA, ENTUSIASMO.“La Alegría del Evangelio
llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes
se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío
interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (Evangelii
Gaudium. Papa Francisco). Para quien ama, la espera es un grito
constante de ilusión, de gozo, de entusiasmo adelantado por la llegada del
amado. Es el amor, el que le hace vivir, el que le hace soñar despierto, el que
le hace estar siempre preparado para que cuando llegue el amado pueda fundirse
en un mismo abrazo, sentarse a una misma mesa, disfrutar de una misma fiesta,
gozar de un mismo amor.
ESPERANDO. Esperar…Esperamos
el tranvía, la primavera, la suerte, el aumento de sueldo… Pero ¿quién espera a
Dios?, ¿Quién busca la alegría?¿Quién sigue necesitando al niño de Belén?.
Esperando al Mesías. Nos abrió el camino de la esperanza. Contra el odio, la
guerra, las injusticias, construiremos un nuevo mañana.
NUEVO NACIMIENTO. Para
aquellos que han perdido la esperanza, para que puedan renacer de nuevo y poner
la confianza en Jesús. Para ayudarnos a dar frutos de justicia, de misericordia
y de compasión y reconocer su rostro en el de cada uno de nuestros hermanos. No
viene para que todo siga igual. Viene porque es posible ser de otra manera y
compartir el pan a manos llenas.
TAREA. “Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó
su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea” Parece
la parábola de los talentos. Otra vez “ese
hombre que se fue de viaje y dio a cada uno de sus criados su tarea”.
Para Jesús que cuenta la parábola, no es él mismo. Ese hombre representa la figura
de Dios dueño de la casa que es el mundo. Es decir, el mundo que para Jesús
quizá solo sea la tierra, queda en manos de los hombres. La tierra ha quedado
en manos de los hombres. ¿Cómo estará la casa (la tierra) cuando venga el dueño
de su viaje?
ORACIÓN. La
persona necesita cultivar el espíritu, escuchar su conciencia, alimentar otras
dimensiones, abrirse al misterio, escuchar el rumor de la vida, permanecer en silencio,
acoger a Dios. Esta es la llamada
profunda de este tiempo de Adviento que comienza.